martes, 16 de marzo de 2010

COMO HICIERON "GREEN ZONE" DISTRITO PROTEGIDO.



Si te paso como a mi, y al ver la peli te surgieron miles de dudas sobre como pudieron rodar este increible trhiller de accion, GREEN ZONE :DISTRITO PROTEGIDO, y como consiguieron esas localizaciones en el siguiente post, te desvelo bastantes curiosidades del ultimo trabajo de MATT DAMON Y PAUL GREENGRASS.



Cuando el director y productor Paul Greengrass pensó en entrar en el mundo de GREEN ZONE – DISTRITO PROTEGIDO, sabía que su próxima película debería mantener al espectador en tensión; en otras palabras, debía ser un thriller atrevido situado en una zona bélica real. “No es una película acerca de la guerra de Iraq”, subraya el cineasta. “Es un thriller que transcurre en Iraq, que es algo muy diferente. Sé por experiencia que un thriller funciona mejor en ambientes extremos, donde el reto moral es intenso”.

Durante los últimos diez años, Paul Greengrass se ha dado a conocer por su habilidad en la realización de thrillers vibrantes. Dirigió las dos últimas entregas de la saga Bourne, en las que realizó una hazaña poco corriente: impresionar al público y a la crítica. Pero también es conocido por hacer películas duras basadas en profundas y meticulosas investigaciones.


Con United 93, la historia de los valientes pasajeros y de la tripulación que hicieron frente a los secuestradores del avión el 11 de septiembre, Paul Greengrass no sólo honró la memoria de esos héroes desaparecidos, sino que creó un poderoso y dramático thriller que conmovió al público. Por esa película fue nominado al Oscar al Mejor Director en 2007, al Premio al Mejor Guión Original del Sindicato de Guionistas de América y al Premio David Lean de los BAFTA a la Mejor Dirección. En 2002, su película Bloody Sunday/Domingo sangriento ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín y el Premio a la Mejor Película en el Festival de Sundance.

Muchos ignoran que empezó trabajando como reportero de guerra para la cadena inglesa ITV. Durante diez años recorrió países desgarrados por la guerra realizando poderosos reportajes. Después de centrarse en proyectos de ficción dramática, siguió explorando acontecimientos sociales de actualidad. Mezclando la rigurosa disciplina del documentalista con el sentido narrativo de un realizador dramático, consigue aumentar el impacto de sus películas. El productor Lloyd Levin dice: “Paul tiene un sentido muy agudo que da vida a cada latido de la historia. Crea una versión dramática de la realidad”.

Entre las dos taquilleras entregas de Bourne, escribió, dirigió y produjo United 93. Fue una experiencia gratificante para Paul Greengrass y para los productores Tim Bevan, Eric Fellner y Lloyd Levin, por lo que decidieron repetir con otro proyecto. “Nos pusimos de acuerdo en hacer una película de más presupuesto, pero que transcurriera frente a un telón de fondo real”, explica Tim Bevan. “Fue el punto de partida”.

El director habló con el guionista Brian Helgeland acerca de un thriller sobre la búsqueda fallida de armas de destrucción masiva. Los cineastas recurrieron a numerosos testigos del drama de Iraq, hombres que participaron en la búsqueda de las armas, varios soldados veteranos de la guerra, ex agentes de la CIA y el líder de un equipo paramilitar de la CIA que capturó a varios de los hombres más buscados del país.

La inspiración también vino del libro superventas Vida imperial en la ciudad esmeralda: dentro de la Zona Verde de Bagdad, escrito por el ex jefe de la oficina del Washington Post en Bagdad, Rajiv Chandrasekaran, por el que ganó el Premio del Club de la Prensa Extranjera, el Premio Ron Ridenhour y Premio el Samuel Johnson, además de ser finalista en los National Book Awards.

Lloyd Levin resume qué les motivó a hacer la película: “Paul y Brian querían incorporar el mundo de la Zona Verde y la búsqueda de armas de destrucción masiva dentro de un thriller. Nos dimos cuenta de que el libro era la fuente que necesitábamos”.

A medida que avanzaba el proyecto, el realizador comprendió que encajaba a la perfección en su actor fetiche: “Cuando acabamos El ultimátum de Bourne, Matt y yo hablamos de nuestro próximo proyecto. En ese momento, el lugar más peligroso del mundo era Bagdad. Y teníamos igual de claro que el gran reto era ser capaces de hacer un thriller creíble en Bagdad”.


“Los thrillers hablan un idioma que el público entiende”, sigue diciendo Paul Greengrass. “El espectador va al cine para que le lleve a sitios donde sólo el cine puede llevarle. Quizá sean lugares fantásticos creados por la imaginación, o lugares totalmente reales que vemos en las noticias. Una película nos hace sentir algo muy diferente a las noticias”.

Y añade: “Matt y yo nos planteamos la siguiente cuestión: ‘Queremos crear una película convincente, llena de acción, misteriosa, que entusiasme y aporte una visión privilegiada de un mundo secreto, como las películas de Bourne, pero ¿podemos hacerlo en un ambiente extremo como era el centro de Bagdad durante las desesperadas semanas que siguieron a la invasión?’ Espero que la respuesta del público sea: ‘Sí, han sabido hacerlo’”.

Paul Greengrass trabajó con el guionista Brian Helgeland para construir una historia dramática que transcurriese entre hechos históricos. Aceptaron la misión de llevar al espectador al desierto de Iraq desde el asiento delantero del Humvee del protagonista, Roy Miller. El viaje también incluía las salas del Palacio Republicano, donde se instaló el gobierno provisional para restablecer el orden en el país, así como las sombrías calles donde los hombres más buscados del país fueron capturados por agentes secretos.

Brian Helgeland imaginó la historia de un hombre que llega a Iraq con un objetivo: encontrar armas de destrucción masiva y salvar vidas. Miller cree en su misión y en su equipo, e intenta descubrir a las personas que dieron la orden de fabricar esas armas y que quizá den la orden de usarlas. Sólo quiere que se haga justicia. Le cuentan que alguien con el seudónimo de Magallanes habló con oficiales estadounidenses antes de la guerra asegurando que dichas armas existían y que Sadam Husein estaba dispuesto a usarlas contra su propio pueblo si intentaban echarle. Pero lo que Miller encuentra no cuadra.

El guionista desarrolló una historia en la que el protagonista empieza a cuestionar el servicio de Inteligencia que ha proporcionado la lista de los posibles lugares de las armas. Nunca hay nada. Miller no llega a ninguna parte a través de los canales oficiales, pero unas conversaciones con un veterano de la CIA, un civil iraquí y una periodista le encaminan hacia el evasivo Magallanes y a entrar en conflicto con un jefe de Inteligencia del Departamento de Defensa, un oficial de las Fuerzas Especiales y un grupo de iraquíes con mucha influencia en el antiguo régimen.

Poco tiempo después de terminar el rodaje de su segunda colaboración, Matt Damon aceptó hacer una tercera película con el realizador. “Trabajar con Paul es un proceso tonificante porque se empeña en capturar algo real con la cámara”, explica el actor. “Y basta con ver sus películas para notarlo. No hay ni un momento forzado en Bloody Sunday/Domingo sangriento. United 93 vibra con tensión, todos los personajes son conscientes de la realidad de su situación. Paul quiere que el público sienta esa realidad, esa tensión”.

El actor encarna al subteniente Roy Miller, un soldado profesional que luchó en la Guerra del Golfo de 1990 y que ahora vuelve a un Iraq muy diferente con la misión de evaluar una larga lista de posibles almacenes de armas de destrucción masiva en su calidad de jefe del MET D (Equipo Delta de Explotación Móvil).

Para el equipo artístico y técnico de GREEN ZONE – DISTRITO PROTEGIDO, la oportunidad de trabajar con veteranos de la Guerra de Iraq, que debían encarnar a soldados del MET D y a personal militar en general, fue uno de los atractivos del rodaje. Estos ex soldados se adaptaron como auténticos profesionales. Un director tan meticuloso como Paul Greengrass no se conformaría con menos. “Fue fantástico poder rodar con soldados auténticos”, dice. “Gracias a ellos pudimos crear una base de credibilidad y dar a los actores principales, Matt, Brendan, Greg, Amy, Khalid y Jason, la sensación de estar en una situación real”.

Dado que Matt Damon era un soldado novato metido en el papel de jefe de un grupo de soldados muy curtidos, agradeció mucho estar rodeado de un casting tan poco convencional: “Los chicos me lo pusieron fácil. Sabían exactamente lo que debían hacer, y daba la impresión de que yo sabía delegar responsabilidades. Idealmente, no es necesario dar explicaciones, funcionan así. La idea de tenerlos en el rodaje era que actuasen tal como son. Ningún grupo de actores, incluso con días de ensayo, puede hacerlo tan bien como un grupo de ex soldados”.

Paul Greengrass y el diseñador de producción Dominic Watkins crearon el aspecto y el ambiente de Bagdad en 2003, dentro y fuera de la burbuja (la Zona Verde), en decorados naturales de España, Marruecos e Inglaterra.

El rodaje empezó el 10 de enero de 2008 en la base de Los Alcázares, Murcia. Fue un comienzo relativamente fácil, con decorados estables y un clima benigno.

La base aérea de Los Alcázares hizo las veces del destruido cuartel general de Inteligencia de Sadam Husein en Mukhabarat, y sirvió de decorado exterior para el Palacio Republicano y un palacio más pequeño en la Zona Verde. También en España se rodó al convoy MET D pasando por debajo del puente de una autopista y cuando se queda atrapado en un atasco monumental en una autovía mientras la población asustada huye de Bagdad. Estos planos se rodaron en una autopista que aún no estaba abierta al público.

Pero la mayoría de GREEN ZONE – DISTRITO PROTEGIDO se filmó dentro y en los alrededores de Rabat, capital de Marruecos, donde el equipo al completo permaneció siete semanas. El río Bou Regreb forma un estuario al lado de Rabat, y en la otra orilla se encuentra Salé, la “gemela” de Rabat, donde también tuvo lugar gran parte del rodaje.

Se empezó a rodar el 2 de febrero en Kenitra, una ciudad a unos 40 kilómetros de Rabat. Sirvió de decorado para Diwaniya, donde en vez de encontrar armas de destrucción masiva, el equipo MET D de Miller descubrió a cientos de saqueadores.

La secuencia fue un auténtico pandemonio bien controlado, interpretado por numerosos extras marroquíes. La diseñadora de vestuario Sammy Sheldon y su equipo debieron vestir a unos 200 hombres para la escena entre las ruinas. “La idea era que la película debía ser realista ante todo, daba igual que los personajes fueran estadounidenses o iraquíes”, dice la diseñadora. “Los saqueadores eran una mezcla de jóvenes y ancianos, bastante sucios y con la cara casi tapada para que no les reconocieran por si salían en la tele. Escogimos viejos chándales mezclados con las tradicionales dishdasha (vestimenta masculina) con largos pañuelos para taparles el rostro”.


La diseñadora sigue diciendo: “Me he ocupado de otras películas de este tipo, con todo el reparto formado por actores profesionales. Les entregábamos el material, y en el primer descanso ya habían perdido algo. Pero los chicos del MET D nunca olvidaban nada; incluso nos indicaban cómo se llevaban ciertas piezas”.

El convoy del equipo MET D avanzando lentamente en medio del tráfico en Bagdad se rodó durante dos días consecutivos en Kenitra. Paul Greengrass y su equipo se sirvieron de material de archivo rodado en 2003 por Nick Turner y el coproductor Michael Bronner, que entonces trabajaba en CBS, para planear el rodaje de la escena. Casualmente, el cámara Nick Turner era parte del equipo de CBS que visitó el rodaje de GREEN ZONE – DISTRITO PROTEGIDO.

La secuencia fue todo un reto para el coordinador de vehículos ALEX KING y el primer ayudante de dirección CHRIS CARRERAS. Hubo que encontrar 150 vehículos, adaptarlos y ensuciarlos para que parecieran salir de Bagdad. Además, debieron prepararlos para que les arrollara un camión Humvee de 4,5 toneladas.

La base militar de Kenitra, antigua base de la Marina estadounidense, hizo las veces de exteriores del aeropuerto internacional Sadam.

Rabat tenía la ventaja de aportar una ambientación adecuada. “Escogimos esta ciudad porque es la que más se parece a algunas zonas de Bagdad”, dice el supervisor de efectos especiales Peter Chiang. “La arquitectura y las azoteas ofrecían una buena base”.

Un rodaje nocturno en Salé hizo que Rajiv Chandrasekaran reviviera el pasado: “Tuve la sensación de haber vuelto a una zona de Adhamiya, un barrio suní en la orilla este del río Tigris”.

La ciudad también sirvió de escenario para el despegue y aterrizaje de tres helicópteros de las Fuerzas Especiales en medio de lo que había sido un campo de fútbol. Normalmente, Briggs y sus hombres habrían sido transportados en helicópteros Black Hawk, pero no había ninguno disponible. El Huey, muy usado durante la Guerra de Vietnam, tiene una forma muy parecida al Black Hawk. Tres helicópteros Huey fueron disfrazados de Black Hawk para la escena.

Pero no todo el rodaje en Marruecos fue tan desolado y polvoriento. Durante varios días y noches, un lujoso barrio de Salé hizo las veces de Mansour, también conocido como el “Beverly Hills” de Bagdad.

El equipo se trasladó a Londres a mediados de marzo. La mayoría de los interiores se rodó en el Gran Londres y en el vecino condado de Surrey. Las escenas en los salones del Palacio Republicano se filmaron en Freemasons’ Hall, un edificio art déco en Covent Garden, Londres. El salón de apuestas del hipódromo de Sandown Park, en Surrey, sufrió una gran metamorfosis y se transformó en los interiores del aeropuerto internacional Sadam, donde se instalaron las fuerzas de coalición en 2003.

Updown Court, una lujosa mansión de Surrey que nunca ha sido habitada, representó el destruido palacio de la Zona Verde donde Miller y el MET D se alojan provisionalmente. Asimimo, se rodaron escenas de GREEN ZONE – DISTRITO PROTEGIDO en el hotel Renaissance, muy cerca de la Terminal 5 del aeropuerto de Heathrow, el mismo día de su inauguración.

Unos enormes almacenes de material de construcción en QinetiQ, también en Surrey, sirvieron de escenario para la base de los buscadores de armas de destrucción masiva y para la cárcel de la base Cropper. El interior de la casa del general Al-Rawi, montada sobre numerosos fuelles por el equipo de efectos especiales, también se construyó en QinetiQ. Los fuelles sirvieron para reproducir las violentas sacudidas producidas por las bombas que caían cerca.

Las desoladas naves de Millenium Mills, situadas en los muelles de Londres, sirvieron de decorados para la red de túneles y el búnker de Sadam, supuestamente llenos de armas. Allí se rodó un enfrentamiento violento entre las fuerzas iraquíes y estadounidenses. “Nos documentamos acerca de las tácticas que seguirían los soldados iraquíes si se sintieran atrapados”, explica el coordinador de especialistas MARKOS ROUNTHWAITE. “Para empezar, se conocerían los túneles como la palma de la mano, mientras que las tropas estadounidenses no sabrían ni por dónde empezar”.

Antes de que empezara el rodaje, SIMON ATHERON y su equipo de armeros enseñaron las armas a los veteranos que encarnarían al equipo MET D. Estos escogieron las mismas que llevaban en Iraq y aprovecharon para adaptarlas a su gusto.

El arma de Roy Miller era la carabina M4. Keating, interpretado por el reservista Brian Siefkes, fue el único en escoger un lanzagranadas M16 203, el mismo que usaba en Iraq. Los armeros habían preparado armas de verdad con balas de fogueo así como versiones “airsoft”.

Los vehículos del MET D eran idénticos a los que Gonzales y su equipo habían usado en Iraq. Incluían el Humvee conducido por Miller, al que seguía otro Humvee, un enorme camión M35 y un tercer Humvee. Tal como habían hecho años antes, los soldados “personalizaron” el interior de los vehículos con fotos. “También sugirieron que quitáramos todas las puertas”, dice el coordinador de vehículos Alex King. “Estos Humvees no son blindados. Las puertas sólo entorpecen”. texto recogido en labutaca.com


* Redacción y traducción por Universal Pictures International Spain.

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