viernes, 30 de abril de 2010

LA LEYENDA DE LOS AMANTES LADRONES, BONNIE AND CLYDE.

Imaginaos por un momento que alguien os ofrece la posibilidad de vivir el amor mas intenso con la persona que mas se compenetra contigo del mundo, y que vuestra pasion e historia superara a la de Romeo y Julieta, pasando los siglos y convirtiendose en una leyenda que perdurara por siempre, pero... os pone una condicion, para que la leyenda viva y el amor sea eterno debeis morir en una cuneta tiroteados por la policia. ¿Aceptarias?






Clyde Barrow también nació en una familia pobre de Texas, y se lo consideraba buen mozo. Su familia vivía a las afueras de Dallas donde su padre manejaba una estación de gasolina.

Bonnie Parker fue criada en una familia de trabajadores en Texas. La belleza rubia de 4’11 de alto tenia un record académico estelar, sobresaliendo en teatro y escritura creativa. Un año después de su matrimonio, cuando tenia 16 años, su esposo terminó en la cárcel, forzándola a convertirse en mesera para poder mantenerse.



La pareja se conoció en 1930 en Dallas Oeste, Texas, y se lanzó en su serie de robos dos años después, durante el punto álgido de la Gran Depresión. La pareja robó bancos y tiendas en Texas, Oklahoma, Missouri, Louisiana y Nuevo México.

Henderson Jordan, ex Policía de Texas y sheriff del condado de Biensville al noroeste de Louisiana, había estado rastreando al notorio dúo criminal por seis semanas. A fines de mayo, Jordan recibió un informe anónimo de que Bonnie Parker y Clyde Barron estaban pasando por su área, “viniendo desde la parte inferior del condado de Bienville y dirigiéndose hacia la parte norte del condado de Natchitoches,” según dijo al New York Times en una entrevista de 1934.



Un testigo filmó la escena cinco minutos luego del tiroteo. Bonnie fue encontrada apoyada contra Clyde. El narrador explica que este es “el fin inevitable: la retribución. Aquí están Clyde Barrow y Bonnie Parker, quienes murieron como vivieron – por la pistola.” Este video, un precursor de los videos caseros de escenas de crimen



Jordan reunió un equipo de policías y ayudantes del sheriff a lo largo de un estrecho camino, estableciendo un equipo de tiro que baleó a la pareja mientras zumbaban por el camino a 85 mph en su Ford V8 robado. Un total de 167 balas fueron disparadas. Según la revista Atlantic, Barrow había previamente enviado una carta a Henry Ford felicitándolo por haber diseñado un “automóvil de escape” tan excelente como el Ford V8.

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